martes, 14 de junio de 2011

- Materia, bajá, bajá. Sos demasiado sutil, hacete burda. El peso, los movimientos bruscos.
- Perdone señor, pero no puedo. Del aire vengo y al aire voy. Realmente me es imposible, mi naturaleza es sutil.
- Pero tenés que bajar nena, ¿dónde vivís vos?
- Yo vivo acá. Pero también vivo en el autoconocimiento, en la observación, en la liviandad, en la conciencia. En el arte, en el amor, en la belleza.
- Algún día te va a pisar el auto.
- Quédese tranquilo que desde el aire también se presta atención. No porque tenga los ojos mas acuosos me puede juzgar. Cierre los ojos... ciérrelos...entréguese al universo, sienta lo que es, un fractal en movimiento en unidad con millones y millones de otros fractales. Todos pertenecemos a una unidad. Cierre los ojos, relájelos, relaje todo, cada pequeña parte de su rostro y cada minúscula porción de su cuerpo. Sienta la atmósfera en su piel. Despierte su percepción en este mismo instante, no crea que la realidad es esa percepción sucia, perturbada por cosas que debe hacer, o por deseos incumplidos, o por traumas del pasado, o miedos del futuro.
Haga un poco de silencio. Libérese completamente. Confíe en mi. Confíe toda su totalidad a este instante. Se sentirá bien, se lo prometo, se sentirá muy bien.

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